lunes, 19 de agosto de 2013

Ensayo acerca de: Cine de Ciencia Ficción

Una simple mirada a la cartelera de cine de este año y podremos darnos cuenta de que hay una plétora de películas de ciencia ficción actualmente en pantalla. Si bien no podemos llamar esto una invasión si se puede ver un claro incremento a años anteriores (en el 2012 salieron de Hollywood alrededor de una docena de películas de ciencia ficción, número que ya se supera para el mes de Agosto del 2013). No sólo esto sino que las películas de ciencia ficción parecen cada vez más probables a tener nombres de grandes actores plasmados en los afiches de las mismas. No sólo hablamos de actores populares como Bruce Willis y AShton Kutcher sino de actores nominados a grandes premios que logran darle un cierto toque de ‘credibilidad’ a las películas (por lo menos para el público común). Todo indica a que tal vez, después de vampiros, zombis y hombres lobos enamorados quizá ha llegado el momento que Hollywood mire hacia las estrellas para traernos nuevas historias. O quizá no sean tan nuevas.

Una de los aspectos que he podido notar en estos films de ciencia ficción que se han vuelto populares es que tenemos una regresión a los films (y demás cultura popular) de otras décadas. Esto no es nada nuevo para el cine hollywoodense pero es una de las primeras veces que veo todo un género “resurgir” debido casi únicamente al sentimiento de nostalgia que los films nos traen a la pantalla. Esto no quiere decir, claro, que todos los films que vemos de ciencia ficción en pantalla últimamente sean films ‘nostálgicos’ pero sí hay algo que explorar cuando los que están trayendo gente a la taquilla sí lo son.

Este ‘trend’ cinematográfico parece haber empezado cuando Ridley Scott decide (más o menos) revivir a su famoso Alien y presentar su film Prometheus (2012) para la pantalla grande. Ahora bien, no es secreto que al film no le fue tan bien en la taquilla (ni en las criticas) como era de esperarse pero no obstante obtuvo suficiente dinero como para que Scott empezara a dirigir su secuela con los mismos actores que ya habían trabajado en la primera entrega. Luego de esto se nos presentó Looper, un film que no sólo gozó de un guión fenomenal y de buenas actuaciones sino que hizo bien en poner a Bruce Willis a actuar en una película de ciencia ficción de nuevo ya que atrajo a la audiencia de culto que sigue enamorada de Corben Dallas de El Quinto Elemento (1997).

Si esto no es suficiente parece que la nostalgia a tomado nuevo auge en el mundo del “geek”. Anteriormente ser geek parecía lo peor del mundo mientras que ahora es un hecho que se venera. Si no me creen pueden ojear las fotos de las colas que se arman antes de los comic con para ver que la generación ‘geek’ está aquí y no piensa ir a ningún lado.

Las entradas que más se han servido de esta nostalgia y cultura geek son los famosos films de Marvel y la trilogía de Nolan que revivió a Batman luego de que fuese épicamente sepultado en los 90. Ahora bien, los puristas del genero argumentarían que esto no es ciencia ficción como tal pero sólo con ojear uno de los comics originales es fácil darse cuenta de que ahí (en la ciencia ficción de los 50 y 60) es en donde todos estos super heroes encuentran sus raíces. Agregándole aun mas a esta nueva noción de que ser geek es cool. Esto sin mencionar las edades de dichos geeks que antes sufrían de burlas y ahora encuentran su reivindicación en el cine hollywoodense y en hombres muy apuestas encarnando a sus heroes de infancia.

Otro ejemplo de cómo los cineastas han trabajado el sentimiento de nostalgia en sus peliculas está claro con actores como Harrison Ford quien puede agradecer a Star Wars como la impulsora de su fama en los años 70 y que ahora es uno de los personajes principales de la película de ciencia ficción Ender’s Game, basada en un libro que se publica en el mismo año en que Han Solo viaja por la galaxia por primera vez. Y así muchos otros actores y personalidades (Stan Lee, por ejemplo) que el publico asocia con el cine de ciencia ficción regresan a retomar papeles en el género o hacer apariciones cortas pero memorables (Leonard Nimou en ambas nuevas versiones de Star Trek es uno notable) creando aun más ganas por parte de los fanáticos ir a ver dichos films.

No obstante el grupo de fanáticos de estas entradas no es del todo amplia así que Hollywood parece haber logrado llegar a otra demográfica: el público masculino. El público masculino no es extraño a las películas de ciencia ficción ya que usualmente es a ellos a quienes son dirigidas estas películas tipo aventuras. No obstante a raíz de los años 90’s y gran parte de la primera década de este milenio se vio un incremento de asociar las películas de ciencia ficción con dramas románticos. Esto llega a su máxima altura con Armagedon (1998) lo cual es básicamente una película romántica con escenas en el espacio. Ahora parece que el género ha regresado a sus raíces literarias y deja que el romance, en su mayoría, quede casi inexistentes en el film creando más “camarería” entre los personajes que claras relaciones amorosas. Esto no es siempre el caso pero viendo los films de ciencia ficción más taquilleros de este año se pueden ver una clara ausencia de romance como hilo conductor de los mismos.


Ahora lo importan sería ver si este interés repentino auge continuará o morirá tan rápido como llegó. Si bien ya se ha anunciado Prometheus 2 y Star Wars Ep. 7 para el año 2015  parece que las producciones más pequeñas están teniendo problemas para mantener el interés de la audiencia. Tanto Gravity como After Earth han fallado en la taquilla a a pesar de tener grandes nombres pero más notablemente  la falla taquillera de la tan anunciada Oblivion parece indicar que este trend no durará más allá de este año. 

Reseña: Oblivion (Kosinski 2013)

Parece ser que en estos momentos hay una gran cantidad de películas de ciencia ficción en cartelera y muchas más que saldrán como próximos estrenos (entre ellas la muy esperada Ender’s Game). Esto es un hecho que parece tener correlación directa con la gran cantidad de películas de súper héroes que ha plagado las carteleras desde que Nolan recordó al mundo que los comic son “cool”. Si eso no fuese suficiente desde el estreno de la gran esperada (y algo decepcionante) Prometeo de Ridley Scott parece que Hollywood ha decidido explotar el género hasta la muerte… Cosa que no me molesta para nada.

La premisa de Oblivion es interesante pero cae en varios clichés del cine de ciencia ficción- cosa que como he explicado en mi crítica de Sinister (Derrickson, 2012) no siempre es mala. Dos sobrevivientes de una guerra con extraños alienígenas (Cruise y Riseborough) son los últimos humanos en la tierra. Ya que la tierra fue básicamente destruida por bombas nucleares su trabajo es cuidar y mantener unas maquinas que sacan toda el agua para ser utilizada como recursos cuando todos los seres humanos (que no vemo nunca con excepción de "Sally") se vayan a Titán para iniciar una nueva vida. Eso es hasta que un día Jack (Cruise) se encuentra con una sobreviviente de una nave que choca en su sector que patrullaba y se da cuenta de que en La Tierra no todo es lo que parece.

La película es visualmente sorprendente pero peca de querer ser muchas películas a la vez. Aunque admito estar entretenida durante todo el film pude ver un mínimo de tres películas reconocidas del cine de ciencia ficción embutidas en un solo guión. Eso por sí mismo no es un problema pero parece que la historia pierde su verdadero ángulo interesante para convertirse en una simple historia amorosa y de reivindicación la cual llega a su cúspide de cursilería con un final atroz.

 El final de esta película es como ver Fear and Loathing in Las Vegas en algún idioma que no se entiende. No sólo no tiene sentido sino que de haberlo cortado completamente del film la película subiría de categoría a ser una verdadera película con algún interés más allá de “y vivieron felices para siempre”.  No sólo esto pero durante varias escenas de la película olvidé la trama y estaba preguntándome cuándo iba a regresar Michael Fassbender a la pantalla. Sinceramente, esta película sin sonido es tan estilísticamente parecida a Prometheus (Scott, 2012) que resulta difícil recordar que es una película completamente diferente.

Oblivion no es la primera película del director Joseph Kosinski en recibir críticas decepcionantes. Su primera película Tron Legacy (la cual sigue la misma línea visual que Oblivion) no obtuvo buenas críticas más su éxito en taquilla pudo opacar este hecho mientras que Oblivion no cuanto con el éxito taquillero necesario para defender las críticas negativas que recibió. Otro punto importante de comparación entre ambos films es que la composición sonora de ambas es uno de los puntos más altos que puede recibir. Mientras que Tron disfrutó de la música compuesta por Daft Punk Oblivion goza de una mezcla de sonidos interesante y tan bien hecha que es imposible no mencionarla.


A pesar de todos sus puntos negativos Oblivion fue una película que disfruté mucho y si la viese en el cine no me sentiría del todo robada por la industria cinematográfica. 

Reseña: Siniestro (Derrickson 2013)

Esta película de horror se estrenó en Venezuela hace unos meses pero debido a las otras películas que se estrenaron en el momento parece haber pasado desapercibida por muchos. El film trata sobre un autor norteamericano que se muda con su familia a una casa en donde ocurrió un terrible asesinato y secuestro. A pesar de no ser bienvenido en el pueblo debido al fracaso de su libro anterior Ellison Oswalt (Ehtan Hawk) se adentra a investigar los sucesos. Durante su investigación encuentra una caja con películas caseras antiguas que podrían contener la solución del caso de la familia asesinada.

Como se puede ver la historia no posee una gran cantidad de originalidad y hasta podría decirse que es simplemente otra película de horror de casa embrujada. Y es cierto. La genialidad del film no yace en lo original de la historia sino en cómo es contada.

Desde la primera toma de la película el film te advierte que no será una historia predecible y que va a sorprenderte. Desde los años 70 este tipo de tomas no son usadas al principio de un film. Las reglas hoy en día son: primero, presentarnos a una familia, feliz (o tal vez no tan feliz) para que el espectador empiece a crear lazos con los personajes, los conozca mejor para que luego pueda sentirse apegado a ellos cuando las cosas empiezan a salir mal. Aquí, en cambio, la primera toma cumple una sola función y es la de advertir: este film está hecho para perturbarte. Y eso es exactamente lo que logra. En sí esa primera toma resulta ser el perfecto apetitivo para lo que viene.

Las imágenes de este film son muy perturbadoras y, más que miedo, durante la primera mitad del film se encargan de crear una atmosfera tanto de suspenso como incomoda. Más allá de esto las imágenes en las películas que encuentra el prsonaje de Hawk en la casa son tan sobrecogedoras que más de una vez me vi obligada a apartar la vista de la pantalla a pesar de no saber nada de estas familias. Luego de este crescendo de terror cuando llega el momento de verdaderamente asustar a la audiencia el film logra hacerlo de una forma estilística hermosa. Las tomas son largas y con secuencias lentas que parecen casi sacadas de sueños en vigilia de los personajes. Estas escenas largas y la carencia de sustos repentinos cortan con la “formula” establecida desde los años 80 en el cine de horror y hacen memoria a la famosa The Shinning de Kubric. Y si bien no podemos elevar una película como Sinister a la genialidad de Kubric no cabe duda que existen puntos de comparación importantes que hacen que la experiencia de ver Sinister valga la pena… si no quieres dormir durante la noche.


Para concluir puedo agregar que la genialidad de Sinister parece ser la mezcla perfecta entre un director y escritor que parece dedicado exclusivamente el género (desde el inicio de su carrera no ha hecho otro tipo de cine) y un elenco que supo cargar con el peso de un film de horror en el cual los gritos y la sangre están de sobra. Es una buena muestra, también, de cómo un género puede seguir innovando viejas fórmulas y lograr que un film con una historia conocida nos parezca nuevo y diferente.